Irrumpimos en la historia como Franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo. Lo que nos configura según nuestra forma de vida, es el seguimiento de Jesucristo por el camino de Francisco de Asís y bajo la protección de la Virgen, Madre del Buen Consejo.
Hoy seguimos encarnando el carisma y el estilo de nuestra fundadora, M. Teresa Rodón Asencio, dando preferencia a los más necesitados a través de la enseñanza, la asistencia a enfermos y ancianos, la colaboración parroquial, acciones de voluntariado y misiones, cooperando así en la misión evangelizadora de la Iglesia.
La espiritualidad emerge del carisma franciscano y mariano, vivido y compartido por cada hermana en la fraternidad y en la misión.
Las Franciscanas de Ntra. Sra. del Buen Consejo, fieles al espíritu de M. Teresa Rodón, vivimos el seguimiento de Jesucristo con sencillez y humildad, según el ejemplo de San Francisco de Asís y bajo la protección de la Virgen María en su advocación del Buen Consejo.