Formación Permanente
Para las Franciscanas de Ntra. Sra. del Buen Consejo, la Formación es un proceso continuo de crecimiento y conversión que compromete la vida de la persona en todas sus dimensiones: humana y cristiana.
Es una llamada a vivir radicalmente el seguimiento de Jesucristo en su vida de oración y apostolado. Para ello es preciso que, teniendo a Maria, como Madre y Abogada, nos revistamos del espíritu del Señor, que es todo caridad. Vivimos este carisma legado de M. Fundadora, en el seno de la Iglesia y en la espiritualidad franciscana como un don y en acción de gracias.
La Formación Permanente es un camino de crecimiento integral y un proceso de maduración en todas las dimensiones de la persona. No es una etapa más, sino una actitud de vida que exige una continua conversión del corazón.
La vocación cristiana y religiosa reclama un crecimiento dinámico y una fidelidad en las circunstancias concretas de la existencia, lo cual exige una formación espiritual que interiormente unifique, pero que sea a la vez flexible y abierta a la realidad cotidiana de la vida personal y de la vida del mundo. “Seguir a Cristo” significa ponerse en marcha y ser capaz de dar testimonio vivo y verdadero del Reino de Dios en el mundo.